jueves, 18 de septiembre de 2014

Clepsidromanía (G. B. I. 03/02/2012)

Clepsidrantes compulsivos,
vimos desmoronarse nuestro ilusorio castillo,
arenoso como un desierto,
sediento como un sauce llorón y,
sin epigramas ni epitafios,
aherrojados al confín de los relojes,
nos brotó un adiós salitre,
exento de salvación...


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